Costa Brava: las mejores calas a un paso de Barcelona

Barcelona no solo cuenta con un impresionante patrimonio cultural y artístico que tiene entre sus principales atractivos la Sagrada Familia y otras obras maestras del genial arquitecto Antoni Gaudí, el Museo Picasso, la Fundación Joan Miró o el Museo de Historia de Barcelona.

Esta emblemática ciudad mediterránea también es uno de los grandes destinos turísticos de sol y playa de la península. Y no solo por los magníficos arenales de la ciudad, como las playas de la Barceloneta, Sant Sebastià, Somorrostro o Bogatell, también por las fantásticas calas de las que puedes disfrutar a muy poca distancia de Barcelona. Estos trocitos de paraíso costero se encuentran repartidos por todo el litoral catalán y para desplazarte hasta ellos puedes utilizar el coche o, aún mejor, mediante excursiones en barco, de modo que te permitan admirar su belleza desde el mar.

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Y ahora, es momento de comenzar nuestra escapada por la Costa Brava. A continuación te mostramos algunas de las mejores calas cerca de Barcelona que no te puedes perder.

 

Cala Sa Forcanera, Blanes

La preciosa localidad de Blanes es el punto donde comienza la llamada Costa Brava, que pertenece a la provincia de Girona. Aunque esta preciosa cala se encuentra a solo una hora en coche de Barcelona, lo cierto es que no podrás pisar su arena ni refrescarte en sus aguas a no ser que llegues hasta ella en barco. Los terrenos de acceso terrestre son privados, por lo que no es posible llegar hasta allí más que por vía marítima.

Cala Sa Faconera se encuentra entre la Cala Sant Francesc y la Playa de Santa Ana, justo debajo del paradisíaco Jardín Botánico Marimutra, desde donde puedes disfrutar de unas espectaculares vistas de este arenal.

 

Cala Giverola, Tossa de Mar

Situada a solo 5 kilómetros de la maravillosa localidad de Tossa de Mar, a alrededor de una hora y media en coche de Barcelona, Cala Giverola es un arenal de ensueño enclavado entre pinares y acantilados, muy apreciado por los practicantes de deportes subacuáticos por la acusada profundidad que presentan sus aguas a pocos metros de la costa.

Para acceder a ella en coche es necesario hacer uso del aparcamiento de pago del complejo turístico adyacente, aunque son muchos los visitantes que prefieren navegar hasta allí, especialmente en verano, cuando las embarcaciones fondeadas en su pequeña bahía son parte del paisaje.

 

Cala Futadera, Tossa de Mar

No puedes abandonar la emblemática localidad turística de Tossa de Mar sin admirar el paisaje que te ofrece Cala Futadera, una playita virgen y muy tranquila que también es conocida como la Cala de los 300 Escalones. Esto se debe a su larga escalera de acceso, bastante cómoda para bajar pero no tanto para subir.

Con una ocupación muy baja incluso en verano, es frecuentada por practicantes del nudismo, que pueden tomar el sol con total tranquilidad, y por numerosas embarcaciones que fondean en sus aguas, un lugar perfecto para pasar el día y para disfrutar de unos atardeceres que parecen pintados al óleo.

 

Cala Aiguablava, Begur

A poco más de una hora y cuarto de Barcelona, esta cala parece recién sacada de una postal del Caribe y es, para muchos, la más bella de las costas catalanas. Sus blancas y finas arenas, sus aguas de color turquesa, sus muchos servicios, entre ellos un centro de buceo, y unos magníficos restaurantes donde sirven el mejor marisco del Mediterráneo convierten a Cala Aiguablava en uno de los arenales más populares cerca de Barcelona.

El único problema es que en temporada alta puede llegar a llenarse ya que no es muy grande (80 x 40 metros). Precisamente para evitar estas aglomeraciones es una bahía en la que amarran numerosas lanchas a motor, veleros y toda clase de embarcaciones. Sin lugar a dudas, uno de los destinos más espectaculares para una excursión en barco.

 

La Costa Brava, ideal para disfrutar en barco

Hay muchas otras calas en las que puedes pasar días inolvidables cerca de Barcelona, algunas con posibilidad de fondeo para embarcaciones, como Cala Garbet, en Colera, o Cala Pelosa, en Roses. También son dignos de admirar espectaculares arenales como Cala Morisca, en Sitges, Cala dels Frares, en Lloret de Mar, o Cala Jugadora, en Cadaqués. Las costas catalanas guardan un tesoro en cada uno de sus rincones.

También te recomendamos nuestro artículo sobre las mejores calas del Norte de Mallorca.

 

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