La Torre de Sa Pedrissa fue construida en el siglo XVI para alertar a los habitantes de Deià de los ataques piratas de la época. Es en este precioso pueblecito de la costa norte de Mallorca donde comienza la excursión que nos conduce hasta la torre. Un paseo apto para todos los públicos, pero con una gran recompensa para los sentidos…
Antes de entrar a Deià, llegando en coche desde Valldemossa, tomamos una calle a la izquierda donde podemos intentar aparcar (será difícil en verano). Bajamos ya caminando por la calle, que nos conduce a uno de los extremos del pueblo. Enseguida vemos los primeros indicadores del Camí des Ribassos, que nos llevará hasta la Cala Deià.
El Camí des Ribassos, como su nombre indica, es un agradable paseo entre bancales. Un claro ejemplo de algo que me sigue llamando la atención: lo bien (para mi gusto) que han sabido conservar sus raíces los mallorquines, a pesar de la avalancha turística de los meses de verano.
Llegamos hasta la preciosa (pero masificada en verano) Cala Deià. En esta ocasión decidí no visitar la cala y continuar hacia la torre, pues iba algo justo de tiempo. No voy a describir con detalle el camino hasta la torre, pues podéis encontrarlo en muchos sitios si buscáis en google. Simplemente comentar que el camino hasta la torre discurre por el interior de una finca privada, por lo que debemos seguir la senda y respetar el entorno.
Llegamos a la torre, que se alza entre pinos en lo más alto de la Punta Deià, desafiando al cercano precipicio.
Yo llegué a la Torre de Sa Pedrissa justo a tiempo para disfrutar de un precioso atardecer de verano (uno de los atardeceres más bonitos de Mallorca), coincidiendo con unas pocas personas más allí.
El Sol no tardó en esconderse tras el denso manto de bruma que cubría el horizonte. Sin duda fue un instante mágico en un sitio especial.
Mirando hacia el oeste, pude distinguir perfectamente la espectacular silueta de Na Foradada, en esta ocasión con el agujero oculto por la perspectiva más escorada. Al fondo se alza la Mola de Planícia, de 932 metros de altura.
Con las últimas luces del día decido emprender el camino de regreso. Eso sí, disfrutando una vez más de las espectaculares vistas de la costa norte de Mallorca…
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Informático, fotógrafo y apasionado del senderismo y la naturaleza. Alicantino residiendo en Mallorca. Autor de LinkAlicante.com y de su hermano menor, LinkMallorca.